La historia de la vida de Rabi Maharaj comienza con los recuerdos de su infancia en la isla de Trinidad, cerca de la costa venezolana.
Había una gran población india allí y Rabi pertenecía a una noble familia brahmán, era hijo del conocido y venerado yogui Chandrabhan Maharaj.
Para nosotros, que estamos influenciados por Europa Central, esta información puede no decir mucho al principio. Bien, fue privilegiado y educado religiosamente, es lo que la mayoría de la gente probablemente pensará ahora y en lo que tienen razón.
Pero para entender realmente el desarrollo posterior de Rabi, una mirada más cercana a su padre es inevitable. Porque poco después de su matrimonio y la procreación de Rabi se retiró a su propio mundo:
Pasaba sus días en meditación y leyendo las sagradas escrituras. No hizo nada más... estaba tan completamente entregado a sí mismo para realizar su verdadero ser que no se fijó en ninguna presencia humana, aunque los admiradores vinieron desde lejos para adorarlo y para poner sus sacrificios ante él... Nadie podría moverlo a ninguna simpatía. Parecía estar en otro mundo. ...era un dios para ser atendido, lavado, alimentado y vestido.
No hace falta mucha imaginación para imaginar la influencia formativa que este padre tuvo en Rabi. Por un lado, anhelaba un poco de atención:
No había nada que quisiera más que oírle decir "¡Rabi, hijo!" Si sólo hubiera sido una vez. ¡Pero nunca lo experimenté!
Por otro lado, lo admiraba más allá de toda medida:
A menudo me paré frente a este extraordinario hombre y lo miré fijamente a los ojos. ... Se veía tan tranquilo mientras estaba sentado allí, sin movimiento, respirando suavemente dentro y fuera rítmicamente. ...siempre me sentí transportado a la presencia de un dios...
Durante ocho años Rabi experimentó a su padre de esta manera, y luego murió repentinamente. Bajo la gran simpatía de la población india de Trinidad su cuerpo fue quemado pública y ceremoniosamente. Sus cenizas fueron guardadas para ser quemadas más tarde en el Ganges indio.
A partir de ahora el rumbo de la vida de Rabi estaba fijado:
Había conocido un avatar, un dios con forma humana, y ahora se había ido. ... Su capa había caído sobre mí y yo estaba decidido a seguir sus pasos.
(Episodio 1 de la vida narrada de Rabi Maharaj ... las citas están tomadas de su autobiografía: La muerte de un gurú)